Un manual para el uso de las contranarrativas para enfrentar el discurso de odio online

 

 

Acerca del contradiscurso

Introducción

Gran parte del discurso público en todo el mundo, especialmente el discurso online, se ha polarizado y envenenado. Para tratar de frenarlo, algunos países han intentado utilizar la ley, pero criminalizar el discurso no evita que éste tenga un impacto dañino, especialmente en el ámbito digital, por su carácter ilimitado y sin fronteras. Tampoco lo hace la moderación de contenidos que practican las empresas privadas de redes sociales, aunque eliminan millones de publicaciones cada día por violaciones de las leyes contra el discurso de odio y de sus propias normas internas. No obstante, existe otro método que permite reconducir el discurso y que hasta ahora ha pasado desapercibido: el contradiscurso de base. Este tipo de estrategias merecen más atención y estudio, después de todo, lo que tiene un mayor impacto en la forma en la que se comunican y se comportan los seres humanos fuera del mundo online, más que la ley o su aplicación, son las normas del grupo: aquellas reglas no escritas, pero poderosas, con las que las personas se regulan unas con otras.

Las normas de comportamiento siempre se han transmitido y aplicado en la comunicación oral, principalmente por aquellas personas que conocían muy de cerca, personalmente, a sus audiencias (padres, maestros, compañeros de clase, religiosos, vecinos), no los gobiernos, las empresas u otras instituciones. Sin embargo, en el mundo online no funciona de igual modo, que Internet ha cambiado radicalmente la comunicación humana: 1) por un lado porque las personas pueden hablar y comportarse sin las mismas limitaciones sociales que sienten fuera del ámbito online 2) por otro, porque nos comunicamos más que nunca con una gran diversidad de personas extrañas, y 3) finalmente, las conversaciones online a menudo se graban y podrían estudiarse.

La comunicación, en la mayoría de las redes sociales, está regulada por las empresas propietarias que gestionan estas plataformas y, en menor medida, por los gobiernos que intentan obligar a estas empresas a suprimir ciertas formas de expresión en las redes. Este tipo de control, ejercido desde arriba hacia abajo, ha dominado hasta ahora las discusiones políticas sobre cómo mejorar el discurso online. Mientras tanto, sin embargo, miles de personas se han encargado silenciosamente de contrarrestar este tipo de discursos peligrosos online, intentando hacer frente a los contenidos que consideran odiosos, dañinos u ofensivos.

El DSP busca las mejores respuestas a los contenidos dañinos, especialmente aquellos que aumentan el riesgo de violencia intergrupal, lo que es llamado discurso peligroso (dangerous speech). Hace varios años, se identificaron este tipo de comunicadores en activo, y poco a poco, el equipo identificó muchos más. Algunos actuaban en solitario, mientras que muchos otros actuaban en grupos bien coordinados, llegándose a contar por miles. Los suyos son verdaderos esfuerzos hechos desde la comunidad, donde estos activistas se han sumado voluntariamente, sin remuneración alguna.

El DSP los ha estudiado, profundizando en sus esfuerzos, hasta producir el primer estudio etnográfico de estos activistas, un artículo detallado sobre lo que están tratando de lograr y una revisión sobre el impacto que realmente están teniendo. En general, sus objetivos son bastante similares y sus técnicas sorprendentemente diferentes. A partir de todo este trabajo, que es el mayor conjunto de investigaciones sobre contradiscurso en el mundo hasta donde sabemos, el DSP ha creado el contenido del conjunto de herramientas que vienen a continuación.

¿Qué es el contradiscurso?
  • El contradiscurso es la práctica de responder a un discurso que parece dañino u ofensivo. Puede adoptar muchas formas, como desafiar, desacreditar o criticar el discurso peligroso, amplificar puntos de vista alternativos, proporcionar información precisa y fomentar la empatía y el entendimiento. Las organizaciones y los investigadores utilizan diferentes acepciones para definir el contradiscurso. A continuación, se muestran algunos ejemplos representativos:
    • El proyecto Dangerous Speech Project define el contradiscurso como “cualquier respuesta directa al discurso de odio o dañino con la intención de debilitarlo”. Distinguimos contradiscurso de contranarrativa, que significa ofrecer una visión contraria a otra, sin responder a ningún contenido en particular, por lo que, por ejemplo, un ensayo feminista sería contranarrativa contra el machismo.
    • El Consejo de Europa distingue de manera similar el contradiscurso de la contranarrativa, a la que llama “discurso alternativo”. Según el Consejo, “si bien el contradiscurso es una reacción breve y directa a mensajes de odio, el discurso alternativo generalmente no cuestiona ni se refiere directamente al discurso de odio, sino que cambia el marco de la discusión”.
    • Nadine Strossen, una activista por las libertades civiles y expresidenta de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), una reconocida organización de defensa de los Derechos Humanos en los Estados Unidos, considera que la contranarrativa es una forma de contradiscurso. Ha descrito el contradiscurso como “un término abreviado para cualquier discurso que busque contrarrestar o reducir los posibles impactos adversos del discurso de odio u otro discurso controvertido. Una forma importante de contradiscurso es la educación o la información que contrarresta las ideas y actitudes que refleja el discurso conflictivo”.
    • La Mannerheim League for Child Welfare apunta que “el contradiscurso es lo opuesto al discurso de odio”. “El contradiscurso es una expresión humana y empática. El propósito del contradiscurso es mostrar que cada persona es valiosa. En situaciones cotidianas, el contradiscurso significa apoyar a quienes son objetivo de la discriminación”.
    • Los investigadores del contradiscurso Joshua Garland and his colleagues lo definen como “una forma de respuesta ciudadana al contenido de odio para desalentar su uso, detenerlo o brindar apoyo a la víctima, por ejemplo, señalando fallas lógicas en el comentario de odio o utilizando hechos para contrarrestar la información errónea”.

    Aunque estas definiciones difieren entre sí, todas describen el contradiscurso como una respuesta al discurso de odio, con la intención de disminuir sus efectos dañinos. No obstante, las variaciones entre las definiciones también son importantes. Los académicos y los profesionales no están de acuerdo sobre si el contradiscurso tiene un carácter civilizado, por ejemplo. Algunos, como la Liga Mannerheim para el Bienestar Infantil, sostienen que así es, al definirlo como “una expresión humana y empática”, pero en la mayoría de las definiciones no se incluye tal calificación. Otra diferencia es si las definiciones son limitadas (al requerir algún vínculo entre el discurso original y la respuesta) o amplias (al agrupar las categorías de contradiscurso y discurso contranarrativo/alternativo).

    La respuesta ante un discurso ofensivo no es algo nuevo: las personas llevan largo tiempo expresando su desacuerdo con los comentarios que consideran perjudiciales, ya sea de una forma u otra. Pero el concepto de contradiscurso como respuesta al odio es relativamente reciente.

    El “contradiscurso” apareció impreso, al menos, desde principios del siglo XIX, aunque en todos aquellos primeros casos, el término significaba simplemente una refutación de cualquier discurso (no necesariamente respecto a textos de odio o dañinos). Por ejemplo:

    • “El discurso y el contradiscurso (N.T. entendido como réplica) no tenían relación entre sí. El orador hablaba utilizando un discurso demasiado elevado para los demás” (Escrito en 1918 en The Independent Vol. 95, una revista semanal publicada en la ciudad de Nueva York entre los años 1848 y 1928).
    • “Porque el primero de ellos contiene tres discursos sobre el amor, uno de Lisias a favor de la posición de que un chico debe otorgar su favor a una amante fría y desapasionada, en lugar de a una embelesada y apasionada; y dos de Sócrates – el primero un discurso complementario, en el mismo sentido en que tales discursos eran habituales en los tribunales de justicia para defender una misma causa que la anterior; mientras que, el otro, por el contrario, era un contradiscurso a favor del apasionado pretendiente tan severamente acusado en el primero”. (De las Introducciones de Schleiermacher a los Diálogos de Platón. 1836).

    La noción contemporánea de contradiscurso es mucho más reciente y, como se ilustra en la figura siguiente, el término se ha vuelto más común recientemente.

Figura extraída de Google Books Ngram Viewer – utilización de los términos en libros en inglés entre los años 1820-2019.

En los Estados Unidos, el concepto de contradiscurso a menudo se remonta al juez de la Corte Suprema Louis D. Brandeis, quien escribió en un famoso artículo en 1927 que responder a un discurso dañino, no censurarlo, era la mejor respuesta. Pese a que se unió al resto del Tribunal para condenar a una mujer de California que había ayudado a establecer el Partido Comunista del Trabajo de América, Brandeis declaró:

“Si hay tiempo para exponer mediante la discusión las falsedades y las falacias, para evitar el mal mediante los procesos educativos, entonces el remedio a aplicar tiene que ser utilizar el discurso, no forzar al silencio “.

Los abogados estadounidenses suelen llamar a esto la doctrina del contradiscurso, aunque Brandeis nunca utilizó el término. Basándose en esta y otras ideas relacionadas, la Corte Suprema de los Estados Unidos ha interpretado la disposición sobre libertad de expresión de la Constitución estadounidense de manera muy amplia, convirtiéndola en la ley más protectora de la libertad de expresión en todo el mundo.

¿Qué es la contranarrativa?

Una contranarrativa es una perspectiva o historia que desafía o se opone a otra visión respecto a un mismo tema, cuestión o evento en particular. Este tipo de discursos presentan una interpretación, análisis o comprensión alternativa de determinados acontecimientos históricos, cuestiones sociales, normas culturales o ideologías políticas.

Las contranarrativas suelen ser desarrolladas por grupos o individuos alternativos que desafían las ideas o creencias predominantes que promueven los estereotipos, la opresión o la exclusión. Su objetivo es dar voz a quienes a menudo no son escuchados o cuyos argumentos son tergiversados en las narrativas dominantes. También se utilizan con frecuencia campañas contranarrativas para desafiar el extremismo.

A veces, este tipo de campañas son producidas por las organizaciones no gubernamentales (ONG) o los gobiernos, y en formato de vídeos breves, anuncios o incluso videojuegos diseñados para viralizarse entre el público objetivo. Average Mohamed, una serie de vídeos animados sobre un inmigrante somalí que vive en Estados Unidos. Creada por una ONG con el mismo nombre, es un buen ejemplo de este tipo de esfuerzo contranarrativo. El título de la serie es también el nombre del personaje principal de los vídeos, quien desafía la propaganda utilizada por los grupos extremistas como ISIS para adoctrinar y reclutar a los jóvenes musulmanes.

Otras contranarrativas se comparten a través de campañas sociales y comunitarias, generalmente en las redes sociales, en torno a un hashtag común. Un ejemplo de este tipo de respuestas es la campaña #MyFriend, lanzada en 2015 por el activista birmano y expreso político Wai Wai Nu. Los discursos peligrosos dirigidos contra los musulmanes en Myanmar, especialmente en las redes sociales, han sido objeto de estudio por académicos y profesionales en Derechos Humanos, y en 2018, investigadores de las Naciones Unidas reconocieron que las redes sociales desempeñaron un “papel determinante” en la campaña de crímenes contra la humanidad y genocidio que se produjo en Myanmar que supuso que ejército del país asesinara a más de 10.000 musulmanes rohingya.

La campaña #myfriend animó a los birmanos a publicar selfies con amigos de diferentes religiones y etnias junto con los hashtags #myfriend y #friendshiphasnoboundaries con el objetivo de reducir “todas las formas de discriminación, odio, discurso de odio y racismo extremo basadas en la religión, el origen étnico, nacionalidad, color y género” en Myanmar y fomentar el “amor y la amistad” entre diferentes colectivos. En Myanmar durante este tiempo, alzar la voz contra el gobierno significaba correr el riesgo de ir a prisión o, incluso, algo peor. La campaña #myfriend fue un rechazo sutil, pero claro, a los mensajes que señalaban a los musulmanes rohingya como una amenaza para Myanmar y la mayoría budista.

Los Socios

The Future of Free Speech Project – FFS (El Proyecto “El Futuro de la Libertad de Expresión”)

El FFS se lanzó en 2020 por el think tank  danés Justitia y, desde 2023, a través de la colaboración de Justitia con la Universidad Vanderbilt.

El valor de la Libertad de Expresión

La libertad de expresión representa el baluarte de la libertad; sin ella, ninguna sociedad libre y democrática podría crearse o prosperar. La libre expresión es la base del actual progreso científico, social y político, y de ella se han beneficiado tanto las personas, como las comunidades, las naciones, y podríamos decir que incluso la humanidad en su conjunto. Otorga a millones de personas protección y conocimiento y le da un significado esencial al derecho a desafiar el poder, cuestionar la ortodoxia, exponer la corrupción y afrontar la opresión, la intolerancia y el odio.

En el proyecto FFS creemos que cualquier sociedad libre y democrática se asienta sobre la base de una cultura con libertad de expresión sólida y resiliente. Creemos que, incluso ante los nuevos desafíos y amenazas que trae el rápido cambio tecnológico, la libertad de expresión debe seguir sirviendo como un ideal esencial y un derecho fundamental para todas las personas, independientemente de su raza, etnia, religión, nacionalidad, orientación sexual, género o posición social.

La recesión mundial de la libertad de expresión

La libertad de expresión ha estado en declive durante más de una década a nivel global. Esta situación, de progresivo deterioro de la libertad de expresión, ha provocado que se vean amenazadas tanto las libertades individuales, como la propia sociedad civil y las instituciones democráticas, sin olvidar su impacto en el progreso de la ciencia y la filosofía. Hay muchas razones para este retroceso global de la libertad de expresión, entre ellas, el aumento del autoritarismo en todos los continentes. Incluso en sociedades más abiertas, la democratización y la extensión del discurso online son percibidas, cada vez más, como una amenaza y no como una condición previa para el buen funcionamiento de sociedades libres, tolerantes y pluralistas. Las amenazas –tanto reales como imaginarias– que representan los discursos de odio, el extremismo, el terrorismo y la desinformación han llevado a la exigencia de una regulación más estricta del discurso tanto por parte de gobiernos autoritarios como democráticos, así como de las empresas que gestionan las plataformas y redes sociales, las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) y los activistas. A modo de ejemplo, la reciente crisis del coronavirus ha provocado no solo una emergencia global de salud pública, sino que ha traído aparejada también una pandemia de censura global. En la que, mientras muchos gobiernos se apresuraban a luchar contra la desinformación, otros aprovechaban la oportunidad para consolidar su poder sobre los medios de comunicación y la opinión pública. Tales medidas tensionan el derecho a la libertad de expresión y su valor social, a la vez que desafían a quienes defienden la libertad de expresión a reexaminar, actualizar y mejorar sus argumentos sobre el por qué la libertad de expresión es importante. Las lecciones históricas son cruciales a la hora de comprender el valor de la libertad de expresión, pero en esta era digital, en la que la propaganda y la desinformación pueden viajar por todo el mundo en cuestión de segundos, no es suficiente confiar en los tradicionales argumentos sobre la libertad de expresión.

Qué hacemos

Para comprender mejor esta situación y contrarrestar el declive de la libertad de expresión, el FFS pretende responder tres grandes preguntas: ¿Por qué se está produciendo un declive global de la libertad de expresión? ¿Cómo podemos comprender e identificar mejor los beneficios y los peligros que representa la libertad de expresión?, y ¿cómo podemos contribuir a la creación de una cultura global resiliente de libertad de expresión que nos beneficie a todos?

Por tanto, los objetivos que nos planteamos son mejorar nuestra comprensión de por qué es necesaria la libertad de expresión y poder explicar mejor por qué la libertad de expresión resulta fundamental. También profundizaremos acerca de cómo podemos proteger la libertad de expresión, al mismo tiempo que abordamos otras preocupaciones relacionadas en torno a la desinformación, el extremismo y el discurso de odio.

Para hacer esto, se han puesto en marcha tres líneas de actuación: (1) Por un lado, la realización de encuestas e investigaciones, que nos permiten medir las actitudes hacia la libertad de expresión y analizar si las preocupaciones y argumentos que se utilizan para justificar las restricciones a la libertad de expresión se basan en riesgos y peligros reales o imaginarios. (2) Por otro, defendiendo y fortaleciendo los estándares existentes necesarios para resistir frente al autoritarismo global que deteriora la libertad de expresión. (3) A través de la divulgación, la FFS proporciona a activistas, representantes políticos, académicos/as y otros agentes sociales críticos de datos, argumentos y estándares para ayudar a cambiar el rumbo de lo que la FFS identifica como un retroceso de la libertad de expresión.

En última instancia, el FFS tiene como objetivo generar conocimiento e impulsar la necesaria participación de los activistas, persuadir a los escépticos, resistir frente al autoritarismo y fomentar una cultura global y resiliente de la libertad de expresión.

The Dangerous Speech Project (El Proyecto “Discurso Peligroso”)

El Dangerous Speech Project (DSP) es un equipo de investigación sin filiación política y sin ánimo de lucro que estudia el discurso peligroso entendido como cualquier forma de comunicación que pueda aumentar el riesgo de que un grupo de personas actúe violentamente contra otro grupo. El DSP intenta encontrar las mejores estrategias para contrarrestar esto, protegiendo al mismo tiempo la libertad de expresión. Asimismo, el DSP no forma parte de ninguna universidad ni está adscrito a ninguna otra institución.

Misión

El DSP aspira a un mundo libre de la violencia alimentada por los discursos peligrosos, en el que, además, las personas puedan disfrutar plenamente de la libertad de expresión. El DSP ofrece herramientas a las personas para contrarrestar los discursos peligrosos y la violencia surge de ellos, a través de la investigación, la educación y el trabajo político.

Qué hacemos

El DSP despliega su acción en cinco áreas principalmente:

  1. Estudiar y desarrollar ideas útiles ante el discurso peligroso y los daños que éste provoca.

Recopilamos y analizamos ejemplos históricos y actuales de discurso peligroso de todo el mundo, para comprender mejor el vínculo entre el discurso y la violencia. Fruto de esos procesos de investigación, hemos escrito una detallada guía práctica para identificar y contrarrestar el discurso peligroso, tanto en el ámbito online como offline. Nuestras FAQ también proporcionan información rápida.

A través de nuestro programa de becas, hemos encargado a investigadores de todo el mundo el estudio de casos detallados y hemos obtenido datos relevantes sobre los discursos peligrosos en muchos países, ya que dichos análisis los realizan mejor personas que dominan los idiomas y culturas prevalentes en esos lugares.

  1. Investigar y evaluar las respuestas frente al discurso peligroso y otras formas de expresión dañina, como el discurso de odio.

Para disminuir los efectos del discurso peligroso y otras formas de expresión dañina, estudiamos la amplia variedad de estrategias, algunas de ellas creativas y de confrontación, que las personas y las organizaciones de la sociedad civil han desarrollado para responder a dicho discurso de manera constructiva, incluido el contradiscurso. Por primera vez, hemos reunido a muchos de estos pioneros, tanto de forma privada como pública, para contribuir con su visión a nuestra investigación y nuestro trabajo en general.

  1. Adaptar, enmarcar y difundir ideas sobre el discurso peligroso para que las utilicen comunidades clave.

En la medida de lo posible, hacemos una devolución de nuestras ideas a personas que pueden utilizarlas para indagar en el discurso peligroso y contrarrestarlo. Además de promover que nuestras publicaciones sean ampliamente accesibles, también llevamos a cabo formaciones y talleres para una variedad de grupos, incluidos activistas, educadores, abogados, investigadores, estudiantes y personal de empresas de tecnología. Como resultado de estos y otros esfuerzos, nuestro trabajo se ha utilizado para estudiar y/o contrarrestar discursos peligrosos en países tan variados como Nigeria, Sri Lanka, Dinamarca, Hungría, Kenia, Pakistán y Estados Unidos.

  1. Asesorar y criticar a los responsables en la toma de decisiones sobre la gobernanza del discurso.

Como expertos sobre las diferentes formas en las que discurso puede generar violencia, utilizamos nuestra investigación para asesorar a la industria tecnológica sobre cómo anticiparse, minimizar y responder al discurso dañino de manera que puedan contribuir a la prevención de la violencia y, al mismo tiempo, puedan proteger la libertad de expresión.

Asesoramos a varias empresas de tecnología sobre sus políticas de contenido, y utilizamos nuestra investigación para responder a cuestiones sobre qué hacer con el discurso de odio, la violencia contra las mujeres, los ejércitos de trolls gubernamentales, la regulación de contenido durante las elecciones y el discurso incendiario en países con riesgo de violencia intergrupal significativa.

  1. Promover y proteger las posibilidades de los investigadores para estudiar contenidos online

Creemos firmemente que las empresas deberían colaborar con agentes externos para detectar métodos que reduzcan el comportamiento dañino en sus plataformas, así como publicar estos hallazgos de manera transparente. Con esta intención, somos miembros fundadores de la Coalición para la Investigación Tecnológica Independiente, que trabaja para obligar a las empresas a compartir sus datos con aquellas investigaciones que resultan de interés público, que busca proteger a aquellos investigadores que recopilan datos de estas empresas de forma independiente y establecer buenas prácticas para la protección de la privacidad y la ética en las investigación que resultan de interés público.

Antecedentes del proyecto

La primera fase de la FFS (2020-2023) buscó investigar y revertir la “recesión de la libertad de expresión” y trabajar en pro de una cultura de la libertad de expresión que fuera resiliente. El proyecto cumplió sus objetivos a través de actividades de investigación y sensibilización, trabajando con una gran variedad de agentes interesados, como empresas de redes sociales, estados, instituciones internacionales y la sociedad civil. El FFS quería investigar las posibles razones de esta recesión, que a menudo se atribuye al populismo autoritario y su represión de la disidencia, la participación de la sociedad civil o la prensa independiente.

En esta segunda fase (2023-2026) se parte de los hallazgos de la primera y se busca construir un marco a través del cual promover y adoptar la libertad de expresión como una vía a través de la cual reducir los fenómenos negativos online. Como tal, y en colaboración con las mejores instituciones y organizaciones, estamos desarrollando medidas para la protección del discurso (digitales y analógicas) que permitan combatir el odio, la desinformación y la propaganda. Así pues, en lugar de desviar el hecho de que el discurso extremo puede contribuir a causar daños graves, el FFS se centra en explorar y promover formas no restrictivas en las que la libertad de expresión y el acceso a la información puedan usarse para combatir el odio, la desinformación y la propaganda autoritaria en el mundo digital. Uno de los resultados que propuso el FFS es este manual de herramientas que tiene como objetivo empoderar a los usuarios de Internet, los activistas en línea y las organizaciones de la sociedad civil para que utilicen el contradiscurso como mecanismo central a través del cual confrontar los daños que surgen el ágora de ideas y opiniones que representa el ámbito online. En este sentido, FFS se asoció con el DSP, ambas organizaciones mediante sus conocimientos y experiencia, ha desarrollado conjuntamente el contenido de este manual que, con suerte, empoderará e inspirará a los usuarios a comprender y utilizar mejor el contradiscurso.

Además, en colaboración con el Vanderbilt Data Science Institute, el FFS está desarrollando una aplicación basada en inteligencia artificial que permitirá a los usuarios responder rápidamente al discurso de odio en línea utilizando métodos de contradiscurso. Esta aplicación, que funciona con “grandes modelos de lenguaje” (LLM) como ChatGPT, permitirá a los usuarios cargar una publicación ofensiva detectada en línea y generar una respuesta de contradiscurso a dicha publicación con la propia voz y estilo del usuario. Para su configuración y personalización, la aplicación toma información del usuario, como sus valores y muestras de texto escrito, así como una colección personalizable de documentos que contienen estrategias para responder al discurso de odio. Además, la aplicación tendrá acceso a una base de datos del contexto del discurso de odio, como abreviaturas y vocabulario utilizado por grupos extremistas, que de otro modo podrían pasar desapercibidos en un examen inicial del contenido. Después de esta configuración inicial de las preferencias del usuario, el usuario puede adjuntar una publicación ofensiva para la cual la aplicación redactará una respuesta.

El objetivo no es automatizar completamente el contradiscurso, sino simplificar y ayudar a los usuarios en el proceso de redacción de respuestas que sean efectivas. La esperanza de este proyecto es aliviar la carga de los usuarios de contradiscurso al responder a la plétora de discursos de odio en línea hoy en día, así como apoyar la libertad de expresión.

Por lo tanto, esperamos que este manual y sus herramientas, así como la App, resulten beneficiosos para quienes trabajan o desean trabajar en el abordaje del odio online mediante el contradiscurso.

¿A qué contenido puede responder el contradiscurso?

Los activistas del contradiscurso deciden qué contenidos merecen una respuesta, por lo que sus elecciones son subjetivas y variadas. Aquellos que se organizan en grupos, pueden designar a algunos de sus miembros para seleccionar el contenido frente al que se movilizarán todos los demás. En cualquier caso, son los propios activistas quienes toman la decisión no solo sobre qué contenido movilizarse, sino también ante qué fuentes o autores utilizar el contradiscurso. Por ejemplo, algunos refutan la propaganda del Estado, aunque eso les suponga ponerse en peligro de sufrir represalias por parte de gobiernos poderosos y vengativos y/o de sus partidarios.

Cuando se les pregunta qué contenido buscan, la mayoría de este tipo de activistas entrevistados por el DSP señalan el “discurso de odio”. No obstante, también se movilizan ante otros tipos de contenidos, porque piensan que son dañinos, incluidos discursos peligrosos, desinformación y contenido que anima al terrorismo, los cuales conforman categoría variada. Estos tipos de contenido, que pueden superponerse entre sí, se explican a continuación.

Se ha elegido la denominación “activistas del contradiscurso” para traducir la palabra counterspeakers, por representar de un modo más adecuado a aquellas personas que activamente utilizan el contradiscurso y/o las contranarrativas en el ámbito online para confrontar cualquier forma de discurso intransigente, discriminatorio, de odio o extremista. (NdT)

Discurso de odio

“Hate speech” es el término que más comúnmente se utiliza en inglés para referirse al contenido ofensivo, al igual que sus variaciones otros idiomas, como el referido “discurso de odio” en español. Aunque no existe una definición consensuada para el discurso de odio, todas las definiciones hacen referencia al contenido que denigra o ataca a las personas no como individuos sino porque forman parte grupo humano.

Por lo tanto, si un niño le dice a su madre “te odio”, eso tendría cabida bajo el paraguas de discurso de odio porque la emoción se dirige hacia su madre por sí misma y por derecho propio, no como miembro que pertenece a algún grupo. También se esperaría que la emoción del niño no fuera fuerte o duradera como para constituir odio, aunque tampoco hay consenso sobre qué significa exactamente el “odio”. El “discurso de odio” rara vez está codificado o definido en la ley. Las Naciones Unidas, en su Estrategia y Plan de Acción sobre el discurso de odio, ofrecieron esta amplia definición del mismo: “cualquier forma de comunicación de palabra, por escrito o a través del comportamiento, que sea un ataque o utilice lenguaje peyorativo o discriminatorio en relación con una persona o un grupo sobre la base de quiénes son o, en otras palabras, en razón de su religión, origen étnico, nacionalidad, raza, color, ascendencia, género u otro factor de identidad”. No existe una definición de discurso de odio en el derecho internacional de derechos humanos. Las Naciones Unidas señalan que “el concepto aún está en discusión”.

Discurso Peligroso

El discurso peligroso (Dangerous speech en inglés) es cualquier forma de expresión (ya sean discursos, textos o imágenes) que puede aumentar el riesgo de que su audiencia apoye o participe en actos de violencia contra personas de otros grupos. Algunos activistas optan por responder al discurso peligroso porque es una categoría más pequeña y que puede objetivarse más que el discurso de odio, además de porque consideran la violencia intergrupal como un peligro especialmente importante y que hay que tratar de prevenir. Por ejemplo, el grupo canadiense de activistas #wearehere busca discursos peligrosos y los confronta.

La idea de discurso peligroso surgió después de que el DSP identificara sorprendentes similitudes en la retórica que determinados líderes han utilizado para alentar a la violencia en países, culturas y períodos históricos muy diferentes entre sí. Una de los “sellos distintivos” en estas retóricas o patrones recurrentes que identifican el discurso peligroso es la deshumanización, al referirse a personas de otro grupo como insectos, animales despreciables o peligrosos, bacterias o cáncer. Sin embargo, este tipo de retórica por sí sola no puede provocar que el discurso sea peligroso; el contexto en el que se comunica es tanto o más importante.

> En la sección de ejemplos puede encontrar más información acerca de #iamhere (de la cual #wearehereCanada forma parte).

Desinformación e información errónea

Ambos términos están íntimamente relacionados con la falsedad. Por un lado, la desinformación la difunden personas que saben que es falsa, mientras que la información errónea es difundida por personas que piensan erróneamente que es cierta, por lo que, un mismo contenido puede ser considerado tanto desinformación como información errónea, en función de quién lo difunde. En cualquier caso, estos tipos de información pueden producir un daño significativo y mensurable en la sociedad. Un ejemplo destacado y relativamente reciente son las afirmaciones de que el COVID no era tan peligroso como las vacunas que se habían desarrollado contra él. Debido a la difusión de esa información, muchas personas se negaron a vacunarse y, como resultado, algunas de ellas murieron innecesariamente. Otro ejemplo lo encontramos en afirmación que lanzó Rusia, antes de invadir Ucrania en febrero de 2022, argumentando que una de las principales razones para la invasión de Ucrania era que ésta estaba gobernada por nazis, mientras era conocido que, el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, es judío.

Los activistas del contradiscurso a menudo intentan desmentir tanto la desinformación como la información errónea, con la esperanza de proteger a las personas, convenciéndolas sobre su falsedad. El colectivo de contradiscurso más grande, #jagärhär o “Estoy aquí” en sueco, que comenzó en 2016, a menudo organiza a sus miembros para contrarrestar la información errónea que incita al odio. En una ocasión, en un artículo que informaba sobre la existencia de varios casos confirmados de peste bubónica en China, se podían encontrar multitud de comentarios que identificaban a China como un “país contagioso”, y otros muchos que sugerían que eran las dietas de los chinos las que causaban la enfermedad. En respuesta, los miembros de #jagärhär escribieron comentarios desafiando la idea de que las dietas del pueblo chino eran peligrosas, corrigiendo información errónea sobre la peste y calificando muchos de los comentarios del hilo como racistas.

> Más información sobre #iamhere en la sección de ejemplos.

Contenido terrorista o extremista y violento

El contenido terrorista y extremista violento (TVEC) es un término utilizado por algunos gobiernos y empresas de tecnología para describir una variedad de contenido que glorifica o promueve el terrorismo y que puede usarse para reclutar a personas como terroristas. El Departamento de Asuntos Internos de Nueva Zelanda define el TVEC como “material de odio u ofensivo (de carácter ilegal) que promueve opiniones extremas y dañinas como:

  • Artículos, imágenes, discursos o vídeos que promueven o incitan a la violencia.
  • Páginas web creadas por organizaciones terroristas o extremistas.
  • Vídeos de ataques terroristas y cualquier otra forma de contenido que promueve la violencia extremista.

La estrategia que se utiliza a menudo para desautorizar este tipo de contenido extremista que busca crear un cado de cultivo para nuevos adeptos es la contranarrativa. En la mayoría de los casos, estas campañas contranarrativas están diseñadas para llegar a las personas incluso antes de que encuentren TVEC en línea, de modo que no sean tan susceptibles al reclutamiento que este tipo de contenidos alimenta. Por ejemplo, los videos animados de contenido contranarrativo que responden al nombre de Average Mohamed, protagonizados por un inmigrante somalí en los Estados Unidos de América. En uno de los capítulos, Average Mohamed pregunta “¿Cómo describirías cuál será trabajo cuando te unas al Estado Islámico?” Luego responde a su propia pregunta: matar, decapitar y aterrorizar a personas inocentes, destruir sitios del patrimonio mundial y empoderar a personas despiadadas y no elegidas. “No es exactamente Disneyworld… como dice la propaganda, ¿verdad?” se responde a sí mismo.

El TVEC está prohibido en la mayoría de las plataformas online y, también está reconocido como ilegal por diversos marcos legales en todo el mundo, por lo que al planificar los posibles contradiscursos y las estrategias contranarrativas es importante tener en cuenta que es más que probable que el contenido original acabe siendo eliminado algún momento.

 

Objetivos del Contradiscurso

Quienes optan por responder al discurso de odio en lugar de simplemente ignorarlo, a menudo lo hacen por una gran variedad de motivaciones, no obstante, muchas comparten un objetivo general: mejorar la comunicación y el discurso en el mundo online.

Muchos activistas del contradiscurso argumentan que sus publicaciones y comentarios se dirigen principalmente a quienes leen los discursos de odio (los llamados “espectadores silenciosos”) más que a quienes los escriben. Hay quienes pretenden cambiar las opiniones de los espectadores que no se encuentran posicionados al respecto: es decir, personas que leen online estos los apasionados debates que confrontan puntos de vista opuestos, pero que no tienen una creencia, ni una opinión sólida sobre los temas en sí. Otros, intentan también alcanzar a personas que ya están de acuerdo con ellos pero que aún no se atreven a expresar esos puntos de vista en línea. Al fin y al cabo, animar a otras personas con ideas afines a participar aumentaría la existencia de contradiscurso en redes, y, este objetivo, les resulta más fácil ya que no requiere cambiar las opiniones de nadie. Por su parte, aunque también puedan formar parte de los grupos anteriores, hay quienes tienen otro objetivo: dar su apoyo a las personas que han sido atacadas o denigradas en los discursos de odio. Al hacerlo, pretenden mitigar el impacto negativo de estos discursos sobre los grupos objetivo del odio. También hay activistas que intentan persuadir a quienes publican comentarios de odio para que dejen de hacerlo, ya sea con estrategias educativas o mediante la presión social, como avergonzarles. Cambiar la forma de pensar o el comportamiento del quien lanzó el mensaje originalmente con un contradiscurso parece ser más difícil que influir en la audiencia del mismo, pero no es imposible. De hecho, el contradiscurso en línea ha tenido un éxito espectacular.

Un ejemplo bien documentado es el de Megan Phelps-Roper, quien se crió en la aislada y ultraderechista Iglesia Bautista de Westboro que había fundado su abuelo. Cuando era adolescente, trató por todos los medios de difundir el odio abrasador que sentía hacia la homosexualidad y los homosexuales, así como otros discursos peligrosos que había aprendido en esta Iglesia, llegando a abrir una cuenta de Twitter con ese propósito. En esta plataforma, el contradiscurso online que recibió de personas desconocidas la llevó lentamente a cuestionar sus creencias reaccionarias, hasta el punto de abandonar Westboro y ser excomulgada por su familia,  pasando a convertirse en una activista del contradiscurso frente a la postura que mantenía antes. Phelps-Roper ha publicado un libro que describe sus experiencias. Tanto en su libreo como como en una charla TED[1] que ofreció, propone diversas ideas para utilizar el contradiscuro de manera eficaz y convicente.

> Consulte la sección de Ejemplos para más información acerca de Megan Phelps-Roper.

 

 

Estrategias del contradiscurso

El contradiscurso adquiere diferentes formas y sus defensores utilizan una gran variedad de estrategias comunicativas cuando lo ponen en práctica. A continuación, se describen las más comunes e interesantes de estas estrategias.

 

Amplificación

La respuesta más común ante el contenido de odio u ofensivo online es tratar de hacerlo desaparecer o intentar que alguien lo elimine. Sin embargo, algunas personas están haciendo justo lo contrario: llamar la atención sobre este tipo de contenidos que incitan al odio, difundiéndolos ampliamente y dándoles una gran visibilidad. El DSP ha llamado a esta estrategia “amplificación”.

Aquellos que utilizan la amplificación en sus respuestas, extraen generalmente estas conversaciones que se dan en pequeños grupos de personas y las publican espacios y foros mucho más grandes (ya sean online u offline) para que mucha más gente pueda acceder a ellas. Aparentemente, esto puede parecer contradictorio: ¿por qué crear incrementar el acceso al discurso de odio u ofensivo cuando el objetivo final es reducir la cantidad de odio online?

En realidad, llamar la atención de un público más amplio sobre este tipo de contenidos puede ser una táctica educativa; por ejemplo, mostrar a los hombres el tipo de acoso online que al que se enfrentan las mujeres. La amplificación también puede obligar a las personas a reflexionar sobre verdades importantes e incómodas que ya conocen, pero las cuales les cuesta o no quieren admitir. Por ejemplo, el proyecto brasileño de contradiscurso Espejos del Racismo recopiló comentarios racistas publicados en las redes sociales y las difundió en vallas publicitarias en letras enormes. Un brasileño blanco que fue entrevistado justo después de pasar junto a uno de estos carteles, comentó que la gente como él creen que su país no es racista, pero el cartel era una demostración de que eso era falso.

Por otro lado, cuando un contenido se muestra a una audiencia más amplia, es más que probable que, al menos, algunos de los miembros de esta nueva audiencia no compartan los mismos códigos y discursos que utilizaba el autor original, por lo que, esta nueva audiencia puede reaccionar con un contradiscurso, reflejando sus propias normas.

> Consulte la sección de Ejemplos para más información acerca de Espejos del Racismo.

Empatía

Algunos activistas del contradiscurso utilizan la empatía como como herramienta para cambiar el tono de la discusión online. Responden consideradamente a aquellos que utilizan el odio en sus discursos online, tratado de conectar con ellos y haciéndoles sentirse escuchados y comprendidos, lo que puede contribuir a que se dé un cambio en sus comportamiento o creencias. Por ejemplo, Dylan Marron, un actor, escritor y creador de contenido, buscaba a aquellos lectores que le habían enviado mensajes violentos y llenos de odio, y los invitaba a hablar con él por teléfono. Cuando alguno de ellos aceptaba, durante las conversaciones practicaba lo que él llamaba la “empatía radical”, mostrando después ese esfuerzo en una serie de podcast y un libro llamados ambos “Conversaciones con gente que me odia”.

Los activistas del contradiscurso también utilizan un lenguaje empático para contactar con personas que han sido objetivo de discursos hostiles en línea, y para tratar de establecer nuevas normas de comunicación en estos espacios online. Para ver como el contradiscurso basado en la empatía puede conducir a importantes transformaciones, sólo hay que echar un vistazo al caso de Megan Phelps-Roper, cuya vida y creencias fueron transformadas por el contradiscurso en línea. Según reconoce, el tono empático que algunas de las personas con las que dialogó utilizó con ella marcó la diferencia. Se acercaron a ella a nivel personal, conversando sobre temas como la música y la comida. Como la propia Phelps-Roper describe:

A medida que conocía a esas personas empezaba a sentir que me estaba convirtiendo en parte de una comunidad, a pesar de que no eran amigos cercanos. No es que estuviera pensando conscientemente “oh, no quiero ofender a estas personas”, pero realmente empecé a sentir que que quería comunicar nuestro mensaje de una manera que pudieran escucharlo. Llegó a importarme lo que pensaban”.

Phelps-Roper menciona este creciente sentido de comunidad entre ella y quienes le respondían como la razón principal por la que los esfuerzos de contradiscurso tuvieron éxito.

> Consulte la sección de Ejemplos para más información acerca de Megan Phelps-Roper.

Educación

El contradiscurso educativo aparece cuando las personas contestan directamente a un mensaje online de odio u ofensivo de una manera que proporciona al orador o a la audiencia nueva información, en lugar de, simplemente, dar difundir su comportamiento para avergonzarlos.

En las entrevistas de DSP a los activistas que utilizan el contradiscurso, muchos comentaron que educar a las personas (ya sea la persona que publica el contenido de odio o la audiencia) es su objetivo principal. Estos activistas pueden corregir la información errónea que incita al odio, explicar por qué los mensajes son considerados de odio e incluso amplificar el discurso de odio como método para educar a otros sobre su existencia y la necesidad de intervención.

Un ejemplo que ha destacado sobre este enfoque es el #jagärhär de Suecia (“Estoy aquí” en castellano) y sus grupos hermanados que utilizan el contradiscurso en más de una docena de países. Mina Dennert, una periodista sueca, fundó #jagärhär en 2016 después de percibir un aumento repentino de xenofobia y del odio online. Ante esta situación, comenzó a contestar a ese odio online, para después reclutar a otras personas para que la ayudaran. Al describir los primeros días, Mina refiere que “solía hablar con los seguidores de los blogueros que difundían contenidos de odio y que también acudían a los sitios de noticias falsas para hacerles preguntas, posteriormente les ofrecía enlaces a webs con información verificada en un intento de detener la retórica “nosotros y ellos”, de esta manera intentaba ayudar a estas personas, a las quienes se les había hecho creer en mentiras y que estaban realmente asustadas, lo que provocaba que sintieran odio hacia los inmigrantes, los musulmanes y las mujeres. Empecé el grupo para obtener la colaboración de mis amigos y que estos me ayudaran a liberar a las personas de sus miedos y odios”.

> Consulte la sección de Ejemplos para más información acerca de #iamhere.

Humor

Algunos activistas del contradiscurso utilizan el humor en sus respuestas ante los discursos de odio por una gran variedad de razones. En primer lugar, porque atrae la atención de los lectores, pues a la mayoría de la gente le encanta el humor. También permite consolar y desviar la atención a los propios activistas, especialmente cuando los ataques se dirigen hacia ellos mismos. Hasnain Kazim, un periodista alemán cuyos padres emigraron a Alemania desde Pakistán, ha recibido ataques por su nombre y su color de piel desde niño, e incluso siendo un adulto no ha parado de recibir torrentes de correos electrónicos repletos de odio. Sus respuestas humorísticas a estos correos se convirtieron en un mecanismo de defensa para él, tornando el dolor en diversión. Cuando publicó algunos de ellos en las redes sociales, le hicieron ganar fervientes admiradores que llegaron a rogarle que escribiera un libro sobre el tema. Hasta el momento, ha escrito tres.

“En general, intento tomármelo con humor, aunque realmente no tengo ganas de reírme cuando leo esos mensajes”, escribe Kazim, refiriéndose a los correos repletos de odio que recibe desde hace años. “El humor es una forma de afrontar todo el odio, de sobrellevarlo y soportarlo”. El humor es una buena arma contra el miedo, continúa diciendo, y luego añade: “Lo ideal es que el humor también sea un arma contra los haters, es decir, utilizarlo para golpearlos, desenmascararlos o al menos obligarlos a pensar”. Aunque no siempre es efectivo, sí puede serlo con la suficiente frecuencia como para que valga la pena seguir este camino. Lo importante es nunca utilizar el odio contra el odio. De lo contrario, habrás perdido desde el principio”.

Los miembros de Reconquista Internet (RI), un grupo organizado de contradiscurso fundado por el humorista alemán Jan Böhmermann en 2018, también utilizan el humor con frecuencia. El grupo fue creado para contrarrestar el discurso de odio difundido por otro grupo: Reconquista Germánica, (RG) “un grupo de odio altamente organizado cuyo objetivo era crear tensión en las discusiones políticas a la vez que daban difusión el partido populista y nacionalista de derechas Alternative für Deutschland (AfD) ”. Debido a que los miembros del grupo de RI se concentraban en un grupo específico de oponentes, a veces usaban el humor para molestar a los miembros del RG. “[Queríamos] arruinar Internet para las personas que nos lo habían arruinado a nosotros”, dijo un miembro de RI, riendo. A modo de ejemplo, describió como el grupo inundó un servidor de Discord, utilizado por miembros de RG, con expresiones típicamente alemanas traducidas al inglés simplemente “porque nos hizo reír”.

El humor puede hacer que alguien que publica mensajes de odio cambie de opinión, especialmente cuando se convierte en el blanco de la broma, asimismo a menudo atrae más atención sobre el propio contradiscurso e incluso lo convierte en algo divertido para quienes lo utilizan, lo que a su vez puede llevar a otras personas a que, con el tiempo, también se animen a utilizarlo.

> Consulte la sección de Ejemplos para más información acerca de Hasnain Kazim Reconquista Internet.

Avergonzar

Avergonzar en las redes es utilizado comúnmente para castigar comportamientos y discursos ya sea en el ámbito online como offline, resaltando la discordancia que se da entre las normas de un grupo determinado y el comportamiento de la persona a la que se quiere avergonzar. Esta estrategia ridiculiza a la persona generalmente en un gran foro público, y sirve como advertencia a los demás sobre lo que puede suceder cuando alguien infringe las normas del grupo.

Un ejemplo bastante famoso que se remonta a unos cuantos años atrás, es el caso de Justine Sacco. El periodista Jon Ronson los describió en su libro So You’ve Been Publicly Shamed (2015), en el año 2013, Sacco, una ejecutiva que trabajaba como relaciones públicas, tuiteó diversos comentarios denigrantes sobre personas de varios países mientras realizaba un largo viaje. Por ejemplo, sugiriendo que los ingleses tenían una mala dentadura y que, al menos, había un alemán que no había utilizado desodorante. Posteriormente, justo antes de tomar un vuelo a Ciudad del Cabo, Sacco tuiteó “Saliendo hacia África”. Espero no contraer SIDA. Es una broma. ¡Soy blanco!”

 

Para cuando había aterrizado, decenas de miles de personas habían respondido con enojo a su tweet y se había convertido en tendencia mundial en Twitter. Algunos le corregían su error (probablemente intencionado), señalando que también las personas blancas, por supuesto, podían contraer el SIDA. La indignación rápidamente se convirtió en disfrute para algunos, que llegaron a esperar ansiosamente a que aterrizara el avión de Sacco, para poder verla al enterarse de su propia caída. “Todo lo que quiero para Navidad es ver la cara de @JustineSacco cuando su avión aterrice y revise su bandeja de entrada y su contestador”, tuiteó uno. Se llegó a contratar a un hombre en Sudáfrica para que fuera al aeropuerto de Ciudad del Cabo, tomara una foto de Sacco y la compartiera con la multitud de Twitter que se había reunido rápidamente en torno al hashtag #HasJustineLandedYet. Además de otros efectos tangibles que tuvo en su vida, Sacco fue despedida inmediatamente. Muchas otras personas también han llegado a ser despedidas después de haber sido avergonzadas en redes.

 

Consideraciones prácticas

Antes de comprometerse a utilizar el contradiscurso, se debe ser consciente de los riesgos que implica. A veces los propios activistas son criticados y atacados por lo que hacen. Estos riesgos aumentan especialmente para quienes lo utilizan en contra de un régimen autoritario. Si estás pensando en convertirte en activista del contradiscurso, es importante aprender a protegerse antes de comenzar.

PEN America, una ONG que trabaja para proteger la libertad de expresión, a los escritores y la literatura, elaboró unas Directrices para practicar el contradiscurso de forma segura como parte de una guía para abordar el acoso online. La guía recomienda evaluar primero la amenaza, tanto en términos de seguridad física como digital. Los riesgos de seguridad dependen del contexto y algunos de los factores a tener en cuenta son: tu ubicación, a quién (y sobre qué tema) estás respondiendo y cuánta de tu información personal está disponible online.

Las estrategias que vayas a utilizar en tu respuesta también pueden facilitar tu protección. Por ejemplo, interactuar junto a otros activistas puede resultar de ayuda, ya que significa que no serás un objetivo solitario y otros activistas pueden apoyarte rápidamente si te conviertes en el objetivo del ataque online. Evita responder directamente a una persona, eso puede ayudar a prevenir conflictos. En su lugar, concéntrate en contrarrestar de una manera que pueda influir positivamente en otras personas que puedan estar leyendo tus comentarios; además, esas son quienes tienen posibilidades de dejarse persuadir por tus comentarios. También puedes apoyar dando “me gusta” a los contradiscursos escritos por otros. Esto amplifica su discurso y limita tu propia exposición personal.

 

 

Ejemplos

a. #iamhere

 

#iamhere es una red internacional de contradiscurso fundada por Mina Dennert en Suecia en 2016. Tiene más de 150.000 miembros y está activa en 17 países. Sus miembros trabajan de forma colectiva a través de grupos nacionales de Facebook para escribir, publicar y amplificar su contradiscurso, ofreciendo respuestas a comentarios sobre artículos de noticias publicados en Facebook. Sus miembros siguen un conjunto de reglas al elaborar su contradiscurso, entre las que se incluyen utilizar un tono respetuoso y no condescendiente y nunca difundir prejuicios o rumores. Para lograr su misión, los miembros de #iamhere buscan en Facebook comentarios de odio en artículos de noticias y páginas públicas, y los reenvían a los administradores de la plataforma, quienes seleccionan algunos para que todo el grupo los refute públicamente. Mediante un trabajo conjunto, los miembros publican y dan me gusta a los comentarios basados en hechos del resto de sus compañeros en aquellos hilos que son relevantes. Aprovechan así el sistema de clasificación de Facebook, que prioriza los comentarios que reciben más interacciones (me gusta y respuestas), y convierten en destacados propias respuestas, a la vez que relegan los comentarios de odio o xenófobos de otros al final de los hilos, donde es poco probable que sean vistos.

Los miembros de #iamhere proclaman que intentan amplificar los comentarios que están argumentados con lógica, bien escritos y basados en hechos, tanto si están escritos por miembros de #iamhere como si no. Su objetivo es alcanzar a una audiencia más amplia, incluidos aquellos que navegan accidentalmente por sus feeds de Facebook, y tratar de influir en sus opiniones sobre el tema en cuestión. A este grupo de personas a la que intentan convencer se le suele denominar el “intermedio móvil” y #iamhere busca influir en ellos con contraargumentos lógicos y hechos. Muchos miembros de #iamhere también confrontan el discurso para que otras personas sepan que no son los únicos que se oponen al discurso de odio. Las secciones de comentarios pueden crear una impresión de odio generalizado, que no es necesariamente representativa de la mayoría de las opiniones de quienes visitan estos hilos. Al compartir su disensión y promover un diálogo más constructivo, empoderan a otros que tal vez hayan permanecido en silencio para expresar sus puntos de vista y unirse a la conversación apoyando este contradiscurso. #iamhere se apoya en los esfuerzos colaborativos y la utilización estratégica de Facebook para fomentar una cultura de tolerancia, comprensión y el discurso sobre hechos y no otros factores. A través de su compromiso y esfuerzo intentan crear un entorno virtual donde la retórica de odio se ahogue y prevalezcan las voces de la razón y la compasión.

b. Mirrors of Racism (Espejos de Racismo)

La campaña brasileña Espejos del Racismo es un ejemplo sorprendente del uso estratégico de la amplificación para responder al odio. En 2015, la periodista María Julia Coutinho (más conocida por su apodo Maju) se convirtió en la primera locutora meteorológica negra del programa de noticias brasileño en horario de máxima audiencia, Jornal Nacional. Este momento histórico desencadenó una ola de racismo online, y algunos brasileños desataron torrentes de odio no solo contra Maju, sino también contra otros brasileños negros.

En respuesta, Criola, una organización brasileña por los derechos civiles de las mujeres, unió fuerzas con la empresa de publicidad W3haus para diseñar una campaña contra el racismo. Decidieron afrontar el problema recopilando comentarios racistas muy gráficos y duros. Con estas ofensivas declaraciones se crearon vallas publicitarias con letras enormes que fueron colocadas estratégicamente en cinco ciudades brasileñas, específicamente en aquellos barrios donde los individuos infractores habían publicado los comentarios en redes. Cada cartel mostraba, además, de manera destacada el comentario “Racismo virtual, consecuencias reales”.

“La estrategia de la campaña fue tomar el racismo publicado en internet y exponerlo en las calles para que la población (de la región) tomara conciencia del daño que causan estos actos virtuales”, dijo la Coordinadora General de Criola, Lúcia Xavier. Para amplificar aún más el mensaje y el contenido de la campaña, W3haus realizó entrevistas con brasileños sobre la campaña y compartió los videos resultantes. Un video mostró las reacciones de los transeúntes en la calle cuando se encontraron con los carteles. En el vídeo, un hombre blanco de mediana edad comentó que algunos brasileños tienden a pasar por alto la existencia del racismo, pero que el cartel efectivamente llamaba la atención sobre este tema tan importante. En otro vídeo, la persona que había publicado uno de los comentarios racistas se detuvo frente al cartel que mostraba su propia declaración ofensiva junto a una foto de perfil borrosa y se disculpó con una mujer negra. Más tarde, estos vídeos se publicaron en redes, lo que extendió el alcance de la campaña mucho más allá de las comunidades donde estaban ubicados los carteles, difundiendo ampliamente este mensaje contra el racismo.

c. Hasnain Kazim

Para Hasnain Kazim, un periodista alemán que escribe sobre temas como las políticas con los refugiados o el ascenso en Alemania del partido populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD), recibir correos electrónicos inundados de odio es una fuente constante de dolor. Aunque nació en Alemania y creció en un pequeño pueblo allí, la gente a menudo supone que, debido a su nombre paquistaní y su piel morena, es un extranjero, y le envían mensajes furiosos diciéndole que no tiene derecho a comentar sobre asuntos alemanes. La mayoría lo ataca por ser musulmán (que no lo es) a través de comentarios llenos de odio, a menudo violentos, sobre los musulmanes y el Islam en general. Otros le hacen preguntas, a las que Kazim responde, a menudo extensamente. A diferencia de la mayoría de los activistas del contradiscurso que responden solo una vez a cada contenido, Kazim entabla de cuando en cuando extensos diálogos con los lectores, a veces tratando minuciosamente sobre temas como el uso del hijab o la libertad de expresión con la intención de educarles al respecto, y otras intercambiando comentarios punzantes sobre las cuestiones.

En 2016, impulsado por una creciente xenofobia similar a la que inspiró a Mina Dennert a iniciar el grupo de contradiscurso #iamhere, Kazim decidió responder a tantos correos de odio como podía, a menudo con humor. De hecho, respondió cientos de mensajes. Aunque esa tarea requería mucho tiempo y era desalentadora, pensó que era importante rechazar el tipo de odio cruel y violento que a menudo se dirigía hacia él. “Lo que me asusta”, escribió, “es que percibo como la resistencia a ese odio en la sociedad alemana se está erosionando”. En una ocasión, un lector identificado únicamente como “Cristo2017” le escribió a Kazim para preguntarle: “¿Come cerdo, señor Kazim?” “No”, le contestó Kazim. “Solo como elefantes y camellos. Un elefante bien hecho aunque prefiero un camello sanguinolento.” “¡¿Quieres ser alemán, pero no comes cerdo?!” A partir de ese momento, Christ2017 pasó a llamar a Kazim, cerdo islamista, sin que en sus palabras hubiera un ápice de ironía. “No sabía que todos los alemanes comían carne de cerdo. Gracias por tu aclaración, ahora lo sé: ¡la carne de cerdo es la Leitkultur alemana! ¡Ay de aquel que me encuentre en la próxima barbacoa y no se lleve una salchicha de cerdo a la boca! ¡Algo peor que un islamista es un vegetariano! “, respondió Kazim. Acto seguido Christ2017 le amenazó: “¡Deberías callarte como invitado islamista que eres en nuestro país!”

En otras ocasiones, cuando el remitente de las amenazas violentas incluía detalles de su profesión, ya fuera descarada o accidentalmente, Kazim le denunciaba a su empleador. Uno de estos casos sucedió en agosto de 2020, después de que a Kazim le escribieran en un correo electrónico que “en primer lugar deberías estar realmente jodido, luego deberías abrirte en canal y colgarte de tus intestinos” y que era un “parásito extranjero sucio y repugnante” que se había atrevido a “hablar en contra del orgulloso pueblo alemán”. El autor de tales comentarios era representante de ventas en una empresa alemana y había enviado el correo electrónico desde su dirección de trabajo. Kazim encontró los datos de contacto de su empresa y envió el contenido del correo electrónico a la junta directiva de la misma, advirtiendo que, o se tomaban medidas contra él, o habría “un gran problema”. Tiempo después, Kazim recibió una copia de la carta de renuncia del hombre a su puesto de trabajo. Kazim recopiló muchos de este tipo de ejemplos de los correos llenos de odio que había recibido, con sus respuestas y, en 2018, los publicó junto a comentarios extensos y estimulantes en un libro llamado Post von Karlheinz (“Cartas de Karlheinz”). El libro vendió más de 100.000 copias. En el momento en que se ha escrito este documento, aún no se ha traducido al inglés, ni otros idiomas. Desde entonces, Kazim ha publicado otros dos libros relacionados con el contradiscurso, incluido Auf sie mit Gebrüll! … und mit guten Argumenten (¡Vaya contra ellos con un rugido!… y buenos argumentos) y Mein Kalifat: Ein geheimes Tagebuch, wie ich das Abendland islamisierte und die Deutschen zu besseren Menschen machte (Mi califato: un diario secreto de cómo Islamizo Occidente y convierto a los alemanes en mejores personas).

d. Reconquista Internet

Reconquista Internet (RI) fue fundado a finales de abril de 2018 por el humorista y presentador de la televisión alemana Jan Böhmermann, quien lo anunció durante su popular programa satírico de noticias, Neo Magazin Royal. Böhmermann compartió un enlace a un grupo privado de Discord en su cuenta de Twitter, que atrajo a la asombrosa cifra de 8.700 miembros en las primeras tres horas.

RI es una plataforma bastante inusual porque fue creada para responder al contenido de una fuente específica: Reconquista Germanica (RG), un grupo de odio altamente organizado. RG perturbado el ámbito político alemán y había promovido el partido nacionalista populista de derechas Alternativa para Alemania (AfD).

El lema de RI es “Wir sind nicht GEGEN etwas. Wir sind FÜR Liebe und Vernunft und ein Friedliches Miteinander” (“No estamos EN CONTRA de nada. Estamos A FAVOR del amor, la razón y la coexistencia pacífica”). Sin embargo, algunos de sus miembros se atienen a la convocatoria inicial a actuar, que incluía un lema bastante diferente: “Somos los idiotas que arruinan la diversión de Internet para los idiotas que arruinan la diversión de Internet para nosotros” (“Wir sind die Wichser, die den Wichsern, die uns den Spaß am Internet verderben, den Spaß am Internet verderben.”) Para ellos, “arruinar la diversión” a los miembros de RG incluía multitud de respuestas diferentes, desde infiltrarse en los canales de Discord de RG e inundarlos con modismos alemanes traducidos al inglés simplemente “porque nos hacía gracia”, dijo uno de los miembros. Pero muchos otros de RI tomaron el camino de “trollear con amor”, evitando envenenar o verter odio en sus respuestas. Joshua Garland y sus colegas estudiaron el impacto de RI en el discurso online en Alemania. Recopilaron más de 9 millones de tweets procedentes de RG y RI. El grupo de investigadores creó un clasificador para identificar y codificar el discurso como discurso de odio, contradiscurso o discursos que no entraban en ninguna de las dos categorías. De las 135.500 “conversaciones de Twitter completamente resueltas” que tuvieron lugar entre 2013 y 2018, los autores encontraron que tanto la intensidad como la proporción del discurso de odio aparentemente disminuyó tras conformarse RI. Los investigadores señalaron que “este resultado sugiere que el contradiscurso organizado podría haber ayudado a equilibrar el discurso polarizado y el de odio, aunque es difícil de establecer una causalidad entre ambos fenómenos dada la compleja red de eventos y procesos online y offline en la sociedad en general a lo largo de ese tiempo” (pág.109).

e. Megan Phelps-Roper

Cuando Megan Phelps-Roper era todavía una niña pequeña, su abuelo Fred Phelps, un predicador que había fundado la pequeña Iglesia Bautista de Westboro, se enfureció porque supuestamente algunos hombres homosexuales se reunían para tener relaciones sexuales en un parque cercano. En 1991 envió a miembros de su iglesia a marchar frente al parque, portando carteles brutalmente homofóbicos. Esta marcha continuó diariamente, incluso después de que llegaron algunos contramanifestantes molestos ante la situación.

A la par que Phelps-Roper crecía, lo hacía también esa nueva práctica de llevar a cabo movilizaciones que había iniciado la iglesia. Junto a su amplia familia marchó por todos los Estados Unidos de América, presentándose incluso durante los funerales de los soldados estadounidenses muertos en Irak y Afganistán, con el objetivo de extender la idea, que había lanzado el propio Fred Phelps, de que la muerte de cualquier soldado estadounidense era un castigo de Dios contra todo el país por tolerar homosexualidad. Cuando era adolescente, Megan Phelps-Roper creó una cuenta de Twitter y en 2009 comenzó a utilizar la plataforma para difundir el odio de la Iglesia de Westboro. Su número de seguidores creció rápidamente, pero mucha gente cuestionaba sus tweets y la contradecía. Poco a poco, sus inflexibles puntos de vista fueron cambiando.

Según comentó la propia Phelps-Roper, hubo dos tipos de mensajes que resultaron particularmente efectivos para generarle dudas. En primer lugar, los realizados por personas religiosas y con profundos conocimientos sobre la religión (entre los que se incluía un rabino), que cuestionaban la interpretación de la Biblia que tenía la Iglesia de Westboro. Megan reconoció que de entre todos los argumentos, aquellos que se ubicaban dentro del terreno de la enseñanza de la Biblia tenían más probabilidades de llegar hasta ella. “Los argumentos ateos estaban muy lejos de mí, por lo que no resultaban tan efectivos”. Más bien, los que lo lograron fueron aquellos que “aceptando las premisas de mis creencias (la Biblia), trataban de encontrar inconsistencias en ellas. Aquello fue lo que abrió la puerta al resto”.

El segundo tipo de mensaje que influyó en Phelps-Roper provino de personas que se dirigían a ella cortésmente, tratando de conectar a un nivel más personal, discutiendo sobre temas no relacionados con sus propios tweets, como música y comida. Ella forjó amistades con algunos de ellos, percibiendo como se gestaba un creciente sentimiento de comunidad con ellos. Megan cita como otra de las razones principales esta conexión por la cual los esfuerzos de contradiscurso de estas personas tuvo éxito. Ya que, en lugar de juzgar sus creencias y su comportamiento ante una las normas de una comunidad de la que no formaba parte, esas personas intentaron primero conocerla un poco más. Una vez que sintió que formaba parte de esa comunidad junto a ellos, esas normas comenzaron a tener significado también para ella. Mega dejó la iglesia en noviembre de 2012.

Poco después de abandonar Westboro, Phelps-Roper decidió continuar con su labor en Twitter. Pero, esta vez, en lugar de difundir el odio, se dedicó a promover el contradiscurso. Actualmente utiliza muchas de las mismas tácticas que anteriormente se utilizaron contra ella, tales como: usar argumentos basados en hechos, tratar de encontrar puntos en común y dar reconocimiento a la humanidad de otros usuarios de Twitter.

En 2017 ofreció una charla TED con orientaciones para los activistas del contradiscurso y en 2019 publicó un libro sobre sus experiencias llamado Unfollow: A Memoir of Loving and Leaving Extremism.

 

Otros recursos

Recursos e investigaciones del Dangerous Speech Project

Otras publicaciones académicas:

Recursos de otras ONGs:

Hub de recursos de contradiscurso en Facebook:

Comentarios finales

El FFS agradece por su apoyo en la creación de este material a las siguientes instituciones:

 

 

 

Para más información sobre FFS, visite: https://futurefreespeech.com/

Para consultas For media inquiries please contact the FFS’ Executive Directo Jacob Mchangama at jacob@futurefreespeech.com

Este manual ha sido traducido por César Arroyo López.

This manual has been translated by César Arroyo López.

Bio:

[ES] César lleva trabajando 20 años en proyectos sociales con población vulnerable y, de ellos,10 en iniciativas relacionadas con la lucha contra los delitos y los discursos de odio. Actualmente, trabaja en la Oficina de Proyectos Europeos de la Universidad de Castilla – La Mancha (UCLM) a la vez que preside el Instituto de Estudios Internacionales en Educación y Sociedad (INEEYS), una organización de investigación y la intervención social.

[ENG] For over 20 years, César has been working for on social projects with vulnerable populations (including 10 on initiatives on tackling hate crimes and hate speech. Currently, he works at the European Projects Office at the University of Castilla-La Mancha (UCLM) while presiding over the Institute of International Studies in Education and Society (INEEYS), a social research organization.

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Este manual ha sido traducido por César Arroyo López.

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[ES] César lleva trabajando 20 años en proyectos sociales con población vulnerable y, de ellos,10 en iniciativas relacionadas con la lucha contra los delitos y los discursos de odio. Actualmente, trabaja en la Oficina de Proyectos Europeos de la Universidad de Castilla – La Mancha (UCLM) a la vez que preside el Instituto de Estudios Internacionales en Educación y Sociedad (INEEYS), una organización de investigación y la intervención social.

[ENG] For over 20 years, César has been working for on social projects with vulnerable populations (including 10 on initiatives on tackling hate crimes and hate speech. Currently, he works at the European Projects Office at the University of Castilla-La Mancha (UCLM) while presiding over the Institute of International Studies in Education and Society (INEEYS), a social research organization.